lunes, 28 de agosto de 2017

LO QUE NOS DEJÓ LA MONTAÑA PALENTINA


 



Las excursiones nos regalan siempre sensaciones muy intensas, y este fin de semana, la montaña Palentina no nos decepcionó.

El objetivo del sábado era la hermosa cumbre del Peña Prieta, un lugar privilegiado donde pudimos admirar un panorama único e inolvidable: Espigüete, Curavacas y la vertiente más occidental de los Picos de Europa.
El camino de aproximación nos llevó
a través de ambientes distintos, llenos de biodiversidad.





Como a menudo ocurre en las grandes montañas, en la parte de abajo se hacen grandes los cursos de agua que nacen en las montañas circundantes, en este caso de la cuenca hidrográfica del río Carrión. Gracias a esta riqueza, proliferan especies como abedúl, piorno y brezo. 

 Ganando altitud empieza a predominar un ambiente más montañero, con abundantes rocas sueltas resultado de la erosión y de las duras condiciones climáticas a las que éstas se ven sometidas: sol, agua, viento y hielo. El camino se vuelve cada vez más técnico, lo que nos requiere una mayor concentración para conquistar la cumbre. Una vez allí, además del espectáculo que nos brindan las vistas, nos encontramos ante una fantástica formación geológica, rica en pizarras y conglomerados.


Durante la bajada nos divertimos como niños deslizándonos por la pedrera, antes de refrescarnos los pies en las frías aguas del arroyo de las Lomas.
Para cerrar un día tan especial, nada mejor que compartir una deliciosa cena en el Albergue Curavacas, todos juntos, compartiendo la experienca vivida....y otras muchas!!

El domingo nos despertamos pronto con la ilusión de coronar la cima del Curavacas.
Desafortunadamente las condiciones metereológicas no nos fueron favorables por lo que tuvimos que dar la vuelta antes de lo previsto.

Sin embargo fue una gran experiencia caminar bajo la lluvia, y ver una cara distinta de la que vemos habitualmente de la montaña, y creemos que esta vivencia se refleja bien en las palabras de Kavafis en Viaje a Itaca, porque lo importante no siempre es llegar, sino lo que se aprende en el viaje, lo que descubrimos de nosotros mismos y de los demás y los lugares que visitamos.






Gracias a todos y...nos vemos en la próxima aventura!!

El equipo de Transitum Natura


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