En el 2003 se desarrolló un sistema de comunicación entre excursioninstas fruto de la colaboración entre Protección Civil del Gobierno de Aragón y la Federación Aragonesa de Montañismo en el marco de la campaña “Montañas para vivir Seguros”. Así, se creó el método M.I.D.E., con el objetivo de valorar y expresar las exigencia técnicas y físicas de las excursiones, unificando las apreciaciones sobre la dificultad y para colmar un vacío en el mundo de la seguridad del medio natural.
Este sistema permite calcular las características técnicas y logísticas de una excursión, en base a cinco características a tener siempre en cuenta. Cada una de éstas se define en base a varios factores de riesgo, de tal manera que, cuanto más elevado sea el riesgo, mayor será la dificultad (siendo 1 el más bajo, y 5 el más alto).
Además de las características técnicas apenas mencionadas, hay que tener en cuenta otra serie de factores fundamentales a la hora de valorar la dificultad y las exigencias físicas de una excursión. Aspectos como la distancia total del recorrido y el desnivel (tanto de subida como de bajada) nos indican el nivel de esfuerzo y la dificultad que requiere una determinada ruta.
Asimismo, el M.I.D.E. también nos permite valorar dificultades técnicas muy específicas como:
Es importante mencionar que algunas excursiones que en conjunto son fáciles, pueden contar con un paso difícil en la marcha (desplazamiento) o en la orientación/ señalización del camino (itinerario). Por este motivo se tendrá en cuenta para la valoración final de la excursión el aspecto que entrañe mayor dificultad.
A continuación mostramos un ejemplo de cómo se representaría una excursión utilizando el sistema M.I.D.E:
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